martes, 4 de febrero de 2020

Mi memoria emocional es un potpurrí de canciones


Mi memoria emocional es un potpurrí de canciones

“A Mauricio Alberto Sandoval Centeno in memoriam “



Esto que escribo es más que un relato anecdótico. Bien podría decirse que se trata de una oda, pues está dedicada con todo cariño a un amigo a quién le apetecía el vodca con soda; y, porque no, esto también podría considerarse una elegía, puesto que el susodicho, después de dos Bloody Mary, se ponía a cantar rancheras imitando al cantante mexicano Miguel Aceves Mejía y hasta el Proud Mary de los CCR. Sí, sí, no exagero, mi amigo, se lucía con la ranchera “Entre copa y copa”, mientras yo parecía un burro gimiendo el típico “jui, jui, ajua” de Mejía. Pero mi hermano de la vida, Mauricio Alberto Sandoval, apodado por los cheros como “Sandocán”, era un talento musical, un poli voz, que imitaba a la perfección a Marco Antonio Muñiz, a Alberto Vásquez y con magistral elegancia al argentino-español Alberto Cortés. En casa, mis hermanas gozaban oyéndolo cantar, especialmente May, quien me mandaba a callar cuando yo quería meter mi cuchara. 

Mi memoria emocional es un potpurrí de canciones.  Con ellas quiero hacer un collage musical y multicolor en el que se mezclen los recuerdos de la infancia, los años de la adolescencia y parte de mi vida como adulto joven. En estas tres etapas de mi vida, Mauricio Alberto, mi querido y recordado “Moris” (nunca le llamé por su apodo) me acompañó en las buenas y en las malas y, además fue un amigo fiel. No sé, para ser sincero, qué saldrá al final de esta aventura literaria, pues ya lo advirtió Silvio Rodríguez que “Al final de este viaje en la vida quedará nuestro rastro invitando a vivir.  Por lo menos por eso es por lo que estoy aquí”, transformando en palabras y frases un sentimiento que anida en mi pecho y que ahora irrumpe a la superficie como un torrente de agua cristalina.

La vida del ser humano no es una línea recta, y lo que aquí se está gestando tampoco y sí esto me sale zigzagueante como una sierpe, reclámenle a Euterpe, pues ella es quien guía mis pasos, así como lo hizo el poeta Virgilio con el Dante. No quiero ser pedante ni redundante, pero “Los caminos, los caminos no se hicieron solos, cuando el hombre, cuando el hombre, dejó de arrastrarse”, de acuerdo con la evolución filogenética según San Pablito Milanés. Comenzaré pues mi periplo tapizando el marco con el Tapestry, así tituló Carole King, la cantautora norteamericana en 1971 este álbum musical; en él está incluida la canción que define, al menos para mí, la expresión más sublime acerca de la amistad: “You’ve Got a Friend”

Mauricio está presente, sin duda alguna, en muchas de las canciones que aquí se nombran, aunque alguno de los temas elegidos, sobre todo los de lengua inglesa no formaban parte de su repertorio como cantante, pero sé que también eran de su agrado. Lo suyo era la música hispanoamericana. A la vera de este camino verde de fantasía musical encontraremos canciones de varias épocas, las cuales de una u otra forma, dejaron su huella en mi memoria. Con estas flores es que he adornado este montaje musical. Ya será tarea del avezado lector y conocedor del mundo musical de ayer y de hoy, de irle colocando el titulo correspondiente a las canciones que están desparramadas por esta vereda tropical, de las cuales solamente se nombran estrofas o bien temas que están camuflados con la libertad literaria que permite el parafraseo o bien partes del texto traducidas de manera rudimentaria por el autor de estas líneas.  

Pobrecito mi patrón, piensa que el pobre soy yo, cantaba Moris al estilo Cortés y yo lo acompañaba con una guitarra destemplada. Las tibias noches en San Francisco, USA, las vivimos como Eric Burdon y sus animales, en realidad más bien como animales. Moris wasn't born there for sure y no sé si alguna vez pensó morir ahí. Además, pensándolo bien: ¿Quién sabe dónde morirá?

Sí viajas alguna vez a San Francisco siguiendo la huella de Scott McKenzie  be sure to wear some flowers in your hair, y a lo mejor te encontrarás algún viejo amigo walking down the Street de la mano de Dionne, don’t walk on by, don’t walk on by y haz simplemente un alto, pues a lo mejor están de camino a San José. ¿Conoces el camino a San José? Cuando se tiene amigos verdaderos repartidos por el mundo uno nunca está solo, pues you never walk alone en la vida.   Sí no me crees, pregúntale a Gerry Marsden. A lo mejor estando en “Frisco”, te vas por un ratito a Sausalito o por un ratón a Tiburón.  Embárcate en el ferry y aunque no sea el mismo que llevó a los Pacemakers por el rió Mercey hasta atracar en la bahía de Liverpool. ¡Qué más da!  

¿Quién no quiere vivir la vida loca cuando se es joven?  Nosotros queríamos, bailar, cantar, amar y sonreír, queríamos vivir la realidad sin el ayer ni el qué dirán, todas esas cosas que hacíamos cuando éramos jóvenes sin pensarlo dos veces, eso era precisamente el amor a la vida, eso era el Despertar de Marco Antonio, no el de Cleopatra, sino el cantante mexicano. 

Ahora, medio siglo más tarde, todo lo veo más claro, las nubes de la ceguera juvenil han desaparecido y cuando vuelvo la vista hacia atrás veo las huellas que he ido dejando. Antes creía que la lluvia caía solo cuando relampagueaba y cuando el cielo estaba encapotado, pero Lola Beltrán me enseñó que los aguaceros caen cuando uno menos se lo espera. ¿Has visto alguna vez caer un aguacero en el trópico? Lo único que quiero saber de ti es sí has visto alguna vez caer la lluvia en el desierto. ¿I wanna know, have you ever seen the rain comin’ down a sunny Day?  ¿O piensas que en el sur de California nunca llueve?  No, ahora lo veo más claro, llueve también cuando tienes humo de tristeza en los ojos.  I can see clearly now the rain is gone, I can see all obstacles in my way. Ahora que me acerco día a día al momento en que me tocará bailar con la catrina, a lo mejor el Barzón de Amparito Ochoa. “And when I die and when I'm dead, dead and gone, there'll be one child born in our world to carry on, to carry on.  I'm not scared of dying and I don't really care If it's peace you find in dying, well, then let the time be near”.  La verdad, no tengo que de que quejarme, pues a pesar de haber perdido a mi madre demasiado temprano he vivido la vida, y la he vivido a mi manera. “I've lived a life that's full, I've travelled each and every highway, and more, much more than this, I did it my way”.

He pagado mis cuentas, no le debo nada a nadie. “I've paid my dues, time after time”. Por mis errores la vida me ha castigado, pero jamás he cometido un crimen. Fueron muchos los deslices, pero siempre salí adelante.  Todos podemos alcanzar nuestras metas, aunque sea a lo mejor un sueño imposible, luchar contra un enemigo invencible, soportar dolores insoportables, para convertir la injusticia social en concordia, intentar alcanzar la estrella más lejana del espacio infinito, to dream the imposible dreams, estar dispuesto a morir por la dignidad, el amor y la justicia. Bien sé que la tarea es difícil but you must try, try and try and you suced at least. And I know if I'll only be true, to this glorious quest, that my heart will lie peaceful and calm, when I'm laid to my rest ...And the world will be better for this.

He sudado sangre, sudor y lágrimas, por construir un mundo nuevo, mejor y más justo. Y, todavía no he logrado la Utopía. Sin embargo, también sé que uno solo no puede lograrlo todo y muchas veces necesitamos que los amigos nos echen una mano, entonces con una pequeña ayuda, With a Little help from the friends, las cosas resultan más fácil.

Al que es amigo jamás lo dejen en la estacada, dice Martín Fierro, pero no le pidan nada ni lo esperen todo de él, recita Jorge Cafrune, ni lo aguarden todo de él , pues el  amigo más fiel siempre tiene una conducta honrada, pero cuando lo veas triste, agotado y sus lágrimas corran por sus mejillas como dos ríos diminutos y caigan al suelo formando un mar enano, extiéndele  tu mano y conviértela en un puente sobre aguas turbulentas, hazle sentir que estás a su lado y alíviale su pena. 

De la misma forma, cuando tú te encuentres decaído y las cosas no te salen bien y todo a tu alrededor te parece una oscurana, piensa en él o en ella, cierra los ojos y verás como el espacio-tiempo se encoge y en segundos, verás cómo la noche se transformará en día. Amanecerá un nuevo día.  Morning has brocken dirás y escucharas a lo lejos el eco de los escarabajos cantando: ¡Good Day sunshine or Here comes the sun!

Cantando por la mañanas iba al colegio y tarareando letras por la tarde venía, como un colibrí que besa la flor por la mañana  y vaya que salía loco de contento con mi cargamento de libros y cuadernos para la escuela y aunque me doliera una muela nunca estuve ausente; el señor Rui Rua, el profesor de solfeo que era recontra feo y bueno pa’l hueveo, pero además, era experto en teoría, en solfeo, solía comenzar la clase al compás de una guaracha entonando do, re, mi, fa, sol, la, si, do/ do, re, mi, fa, sol, la, si, do/ re, mi, fa, sol, la, si, do, re/ re, mi, fa, sol, la, si, do, re…. A mí me hubiera gustado más haber practicado la escala musical con un instrumento de verdad, pero el colegio no daba pa ‘más y me tuve que conformar a ejercitar el ritmo y el vaivén musical con mi propio órgano, así fue como me hice muy amigo del pájaro Picón Picón de alas negras y piquito colorao. El pájaro que yo digo es un ave exótica y endémica de mi país, una cosa salvaje, Wild thing, you make my heart sing, you make everything groovy.

Un día conocí providencialmente a una quinceañera, una verdadera Lady Willpower se llamaba Pilar Samos, pero todos la conocían por su diminutivo “Pi”.  Por el uniforme supe que pertenecía al colegio la Divina Providencia. Una tarde abordamos el ómnibus de la ruta 30, llamado en aquellos años la Circunvalación   y ahí, en la camioneta me habló a “calzón quitao”. Me contó que padecía del corazón y yo que era del Divino Salvador, quise curarla o salvarla de esos males, ni lerdo ni perezoso le receté una inyección. ¿Quién me la pone me dijo?, con mucha preocupación y yo le dije mi hijita, esa te la pongo yo, y yo le dije mi hijita, esa te la pongo yo.  Son esos momentos especiales y sublimes en la vida en el cual las feromonas imponen sus leyes biológicas a todas las monas y micos del mundo y es cuando sacrificamos hasta el alma, soul sacrifice a lo Santana, por un polvo de estrellas, fuego y calor, arrebato, delirio y sudor, noches en vela enamorándonos al compás de Samba pa’tí.  La unión celestial del divino verbo salvador y la carne. Después de la experiencia con “Pi” Samos supe, que nunca en mi vida sería vegetariano y que, además, al lado de una muchacha era capaz de tocar y cantar la cucaracha al mismo tiempo.

Siempre me gustó la filosofía y aunque Epicuro de Esparta podía ser atractivo para vivir la vida loca, por lo del hedonismo y todas esas cosas mundanas y bohemias, mis preferidos siempre fueron Descartes, Sócrates y Spinoza. Sin embargo, algunas veces cuando me pongo filosofo idealista y sentimental me pregunto: ¿Es esto la vida real? ¿es solo fantasía? atrapado en un corrimiento de tierras, sin escape de la realidad, abres los ojos, miras a los cielos y ves, solo soy un pobre chico, no necesito compasión, porque, así como fácil vengo, así de rápido me voy, no muy alto, no muy bajo, de todas formas, el viento sopla, no es algo que realmente me importe, a mí. Pienso en Galileo, Galileo en Fígaro y me digo magnifico: Nothing really matters.  Anyone can see.  Nothing really matters.  Nothing really matters to me.  Any way the wind blows.

La melancolía, dicen los expertos en psicología, es una enfermedad caracterizada por la tristeza permanente que puede conducir a la depresión.  “Tristeza não tem fim”. Entonces para curar a los melancólicos la mejor medicina son los Melódicos, pues la filosofía complica las cosas, así que lo mejor es bailar como Cayetano que baila bembé bembé. No le eches la culpa al reumatismo y aunque solo muevas las orejas, baila bembé o bien goza el chipichipi. Y que no se te olvide apagar la vela cuando te vayas a la cama, sobre todo cuando te has tomado unos tragos y si llegas a casa bien avergonzado por llegar tarde dile a tu mujer: “Apágamela la vela María”

Ya sé que me estoy poniendo cacarico y me cuesta escuchar el canto de los grillos en el campo, pero cuando Cheo García canta “Un viejo Chévere” con la Billos, no puedo quedarme quieto, pues a pesar del talego de años que llevo encima, sigo siendo un viejito con sabor. Soy un viejito Chévere, Chévere. Y no me importa, si ahora, Roberto Ledesma me acompaña con su canción: ¿Dónde estás corazón, no oigo tu palpitar?, cuando voy a mi arbolito y no encuentro de primas a primeras mi pájaro Chogüi.

Esa es la biología de la vida, me digo en silencio, pero cuando yo siento los cueros, cuando yo siento el timbal  y las maracas que ríen , siento mi cuerpo vibrar y la sangre que me grita, vente Cariño a bailar, amigos que pachanga, me voy pa‘ la pachanga que rica es la pachanga, el rumor de las caderas, el sudor de las nápiras,  el olor de los sobacos y la cintura que quiebra,   el son que viene en sordina guanaco goza la rumba, rumba pachanga que zumba , ay amigos que pachanga , que rica es la pachanga.

Por que no hay que olvidar que un viejo siempre tiene un AS de corazón rojo dentro de la manga y como dijo Celia Arruga y Celia Cruz: “Songo le dio a Borondongo, Borondongo le dio a Bernabé, Bernabé le pegó a Muchilanga….  Mabambelé replica el amor.  Defiende al humano.  Porque ese es tu hermano, se vive mejor”. Así pues, a gozar y disfrutar de la vida con o sin sirindanga, pero sin hacer morondangas ni permitiendo que te den yuca sin pepescas ni moronga.  

Hoy, el ayer me parece tan lejos y cuando pienso en él, en el pasado, me digo de pronto, que no soy ni la mitad del hombre que solía ser, hay una sombra que se cierne sobre mí oh, de pronto llegó el ayer. ¿Ponerse a pensar en Yesterday es caer en la nostalgia? Por supuesto diría Carlitos Gardel, si su amor fue flor de un día por qué causa es siempre mía esta cruel preocupación. “Quiero emborrachar mi corazón para olvidar mi obstinación y más la vuelvo a recordar…nostalgia” Pero recordar el pasado no es necesariamente un momento de nostalgia, por el contrario, puede ser un momento de felicidad y satisfacción plena pues aquellos días que pasaron en nuestras vidas, si bien ya no volverán, sin embargo, siguen estando presentes en nuestro alrededor, aunque algunas veces no nos percatamos de ello…. “A veces tengo la sensación que estaba en los viejos tiempos, hace mucho ,  cuando éramos niños, cuando éramos jóvenes todo nos parecía tan perfecto, sabes, los días no terminaban nunca, éramos locos, éramos jóvenes siempre,  el sol brillaba siempre , solo vivíamos para divertirnos… porque estos son los días de nuestras vidas que volaron  con la velocidad de tiempo, esos  días ya se fueron todos, pero unas cosas permanecen y cuando miro atrás  encuentro que no hay cambio”. Sí, esos fueron los días de nuestras vidas. These Are The Days Of Our Lives

Me están sirviendo ya la del estribo, aunque no estoy en el rincón de una cantina, ahorita ya no sé sí tengo fe, ahorita en medio de esta virtual borrachera   les canto esta ranchera a mis amigos, los académicos y no académicos, a los independientes y a los ingeniebrios que la despedida yo no se las doy, la despedida será  esta canción, la despedida yo se las daré , cuando ya me vaya  de esta población…y si gustan también les canto un tango que bailé una noche con un tremendo mango en Chalatenango… Adiós muchachos, compañeros de mi vida barra querida de aquellos tiempos, me toca a mí hoy emprender la retirada, debo alejarme de mi buena muchachada, adiós muchachos, ya me voy y me resigno, contra el destino nadie es la talla.  Se terminaron para mi todas las farras…. Acuden a mi mente recuerdos de otros tiempos, de los buenos momentos que antaño disfrute…

“…My soul is painted like the wings of butterflies, fairy tales of yesterday, will grow but never die, I can fly, my friends…The Show must go on …Yeah…”


¡That’s all folks!