Como de película de Hollywood. En el mejor estilo de la época de la guerra fría en donde la Unión Soviética o sus aliados intercambiaban agentes secretos con los Estados Unidos y Gran Bretaña, así se ha llevado a cabo el último canje de espías entre Rusia y los Estados Unidos. La capital austriaca de Viena ha sido el escenario y para ser más precisos, el aeropuerto internacional. Hecho que de por si hace el intercambio más mediático y menos conspirativo. Es decir un negocio común y corriente entre socios.
El intercambio de topos entre naciones no es nada nuevo ni mucho menos extraño. El famoso puente Glienicker sobre el rio Havel en Berlín, capital de Alemania fue escenario de muchas permutas entre los centros de inteligencia en contienda.
Según los medios de comunicación occidentales se trata de cuatros rusos(al servicio de los Estados Unidos) amnistiados por el Presidente de Rusia, Dmitri Medwedew y diez ciudadanos rusos que previamente habrían sido condenados por un tribunal federal en Nueva Jersey.
Mientras la prensa internacional comenta y analiza estos hechos, guarda al mismo tiempo un silencio sepulcral acerca de los cinco héroes cubanos encarcelados injustamente en los Estados Unidos.
Sin embargo, Luis Posada Carriles y Orlando Bosch ambos terroristas confesos culpables del crimen de Barbados, acto terrorista perpetrado contra un avión de Cubana de Aviación en 1976 donde perdieron la vida 73 personas viven hoy libremente en los Estados Unidos.
A Cuba el mundo occidental entero le exige de todo: cambios aquí, cambios allá, que esto y que lo otro. Hasta la Santa Iglesia Católica hace lobby político en la isla.
El gobierno cubano en un acto unilateral y conciliatorio ha expresado su voluntad de liberar a 52 prisioneros en los próximos meses.
¿Pero quien le exige al gobierno de los Estados Unidos o Israel el cese de hostilidades en Irak o en Gaza? ¿Quién le exige al Presidente Obama tomar sanciones punitivas y soluciones concretas y factibles en el caso de la catástrofe del golfo de México? ¿La cárcel de Guantánamo?
Los cinco héroes cubanos, Antonio Guerrero, Fernando González, Gerardo Hernández, Ramón Labañino y Rene González guardan prisión en los Estados Unidos desde 1998 acusados arbitrariamente de espionaje. Ninguno de ellos ha atentado contra la seguridad nacional norteamericana ni robado documentación gubernamental, actividades conspirativas que caracterizan el espionaje político-militar.
Los patriotas cubanos tenían la misión, única y exclusiva, de obtener información acerca de los planes terroristas contra Cuba organizados por la mafia cubano-americana radicada en el sur de la Florida.
Si la Santa Iglesia Católica también gestionara y exigiera al gobierno de los Estados Unidos la liberación de los cinco antiterroristas cubanos y la condena del terrorista confeso Luis Posada Carriles y su compinche Orlando Bosch, entonces el lobby de la Iglesia sería un acto de humanismo ponderado, más neutral y más justo. Gestión que la ensalzaría en su vocación cristiana.
¡Lo uno por lo otro! ¡Quid pro Quo!
¡LIBERTAD PARA LOS CINCO HEROES CUBANOS YA!
Roberto Herrera 09.07.2010
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