“Con un coraje político del que no hicieron gala ni su precedesor Helmut Kohl ni él mismo en su primer mandato, Schröder está intentando finalmente sacar a Alemania del atolladero. Su Agenda 2010 se propone impulsar el crecimiento económico, reducir el déficit público, volver a situar el paro por debajo de los cuatro millones, recortar las prestaciones sanitarias y de desempleo, abaratar el despido, elevar la edad de jubilación, y revisar el sistema público de pensiones”1 .
“La suerte de Alemania concierne a toda Europa,…todos ganaremos si sale de la recesión y recupera su vigor económico…”, escribía el articulista, añadiendo además que “el canciller Schröder ha logrado extraer de su propio partido socialdemócrata (SPD) un apoyo claro a unos dolorosos, pero necesarios, recortes sociales y reformas estructurales”. Todas estas medidas económicas, fiscales y presupuestarias, huelga decirlo, antipopulares en su esencia, fueron la causa de la derrota electoral del gobierno de Schroeder en el año 2005. La Gran Coalición de Gobierno entre el partido socialdemócrata (SPD) y la democracia cristiana (CDU/CSU) continuó impulsando la agenda 2010.
Haciendo caso omiso del lapsus calami (subrayado, debe decir predecesor), cometido por el periodista que escribió el editorial del día 04.06.2003 titulado La montaña alemana y leyendo todo el artículo, queda de manifiesto lo que El País S.L, Madrid España entendía/entiende por bueno y por malo.
El día 09.11.2010, exactamente 7 años, 5 meses y 5 días después, el corresponsal Mauricio Vicent del periódico El País en La Habana, escribe en la sección Internacional el artículo titulado “Cuba se prepara para decidir el cambio del modelo económico”. El periodista escribe lo siguiente: “…La gran incógnita es hasta dónde está dispuesto a llegar Raúl Castro en el proceso de reformas (económicas, que no políticas) y cuán grandes son las resistencias internas dentro del aparato partidista”.
“Hacia dónde vamos, parece claro: no hacia más marxismo-leninismos. El PCC ha dado a conocer hoy el llamado Proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social, un documento de 32 páginas que contiene las directrices de lo que se pretende y que debe servir de base para un gran debate nacional que comienza en diciembre y terminará el 28 de febrero. Por supuesto, se establece que Cuba seguirá siendo un país socialista, y también que "en la actualización del modelo económico primará la planificación y no el mercado". Para concluir sus comentarios y a modo de dar la estocada final, Vicent señala que “Al Congreso (que debía haberse celebrado en 2003) le seguirá una Conferencia del PCC para "tratar otros asuntos de carácter interno", ha anunciado Castro. Seguramente, será entonces cuando se elegirá a los miembros nueva cúpula del Comité Central y el Buró Político, en momentos en que la generación histórica, encabezada por Fidel, de 84 años y todavía Primer Secretario del PCC, y Raúl, de 79, obligatoriamente ha de pasar el relevo2 .”
Veamos, si bien es cierto que el contenido de la información es verídico y además de carácter público, considero necesario recordar el viejo dicho popular que “Lo importante siempre es el modo como se dice algo”, es decir, en que aspectos se hace énfasis y en qué dirección se orienta la opinión del lector.
El pueblo cubano, su partido y su gobierno están conscientes que las reformas económicas constituyen una tarea estratégica, porque ellas son la garantía de la continuidad y preservación del socialismo en Cuba.
Marxismo-Leninismo es, además de ideología, esencialmente economía-política. Porque “lo que hay que hacer” en el socialismo, es decir la agenda política-económica, es garantizar la igualdad de derechos e igualdad de oportunidades para todos los ciudadanos, en una sociedad donde el trabajo sea a la vez un derecho y un deber y donde la distribución de los bienes se rija de acuerdo a la ley socialista de distribución: de cada cual según su capacidad, a cada cual según su trabajo.
No se tratará, pues, en abril 2011 en el VI Congreso del Partido Comunista de decidir el cambio del modelo económico, sino de corregir los errores, de utilizar mejor y racionalmente los recursos humanos y naturales, de incrementar la productividad, de eliminar estructuras que produzcan perdidas, de incentivar el ahorro de recursos y energía, perfeccionar la gestión industrial y administrativa en aras de fortalecer el socialismo cubano. Darle más al pueblo es lo que se pretende con el Proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social.
Tanto la agenda 2010 de Schroeder como el llamado Proyecto de Lineamientos de la Política Económica y Social de Raúl Castro son planteamientos económicos, cuyo fin es fortalecer la economía nacional en un marco de crisis económica. Ni Cuba es Alemania ni Raúl es Schroeder ni el Partido Comunista Cubano (PCC) es el partido socialdemócrata (SPD) ni la situación de crisis sistémica y coyuntural es la misma.
Si el ex – canciller alemán, Gerhard Schroeder, hubiera sometido su tristemente famosa agenda 2010 a un debate nacional, meses antes de su aprobación por el parlamento alemán (Bundestag) en junio de 2003, se hubiera armado la de San Quintín y muy difícil sería imaginarse que el pueblo alemán hubiera aceptado las reformas económicas planteadas por el gobierno. La democracia parlamentaria capitalista, exceptuando a la de la Confederación Helvética, no da para tanto ni es muy frecuente inmiscuir a las masas populares en proyectos estratégicos. Sin embargo, el gobierno cubano dirigido por el casi octogenario Raúl Castro, invita al pueblo cubano a” un gran debate nacional que comenzará en diciembre y terminará el 28 de febrero de 2011”, según nos informa el corresponsal español de El País. Sirva esto como ejemplo del concepto socialista de democracia que se tiene en un país, donde supuestamente la libertad de expresión no existe y donde quien decide es el “aparato partidista”.
A pesar de las obvias diferencias entre Alemania y Cuba; potencia económica mundial la primera y Cuba un país bloqueado económicamente, el contenido de los dos artículos del periódico El País es el mismo. Sin embargo, el enfoque es distinto.
El avezado lector ya comparará y entenderá los matices ideológicos y la manipulación de los medios de comunicación en relación a la revolución cubana.
¿Se le puede llamar a esto ponderación y ecuanimidad informativa?
Roberto Herrera 11.11.2010
1:http://www.elpais.com/articulo/opinion/montana/alemana/elpepiopi/20030604elpepiopi_2/
2:http://www.elpais.com/articulo/internacional/Cuba/prepara/decidir/cambio/modelo/economico/elpepuint/20101109elpepuint 12/
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