sábado, 21 de mayo de 2011

Aporrea: ¿Popurrí ideológico venezolano?

Para los centroamericanos y caribeños mayores de sesenta años, los mosaicos musicales al estilo de la orquesta Billos Caracas Boys, provocan nostalgia y evocan fiestas populares inolvidables, en las que todo comenzaba con un bolero acaramelado, espacio que era aprovechado para respirar de cerca el dulce olor del amor primero, para luego pasar súbitamente con el compás salvaje de un merengue venezolano a la parte erótica del baile, la cual se insinuaba a través del movimiento de las caderas, como sólo l@s centroamerican@s y caribeñ@s lo saben hacer, que el amor también es sexo. Muchas de las canciones que las voces de Felipe Pirela y Cheo Garcia, entonaban son cubanas. Y esto no es de extrañar, puesto que la influencia de la música bailable cubana en los años cuarenta y cincuenta en América Latina es innegable. Quién no escuchó en la radio a Benny Moré, el bárbaro del ritmo, es porque era sordo o no era radioyente.

¿Y qué tiene que ver todo esto con Aporrea?, reclamaría algún fastidiado e impaciente lector, ubicando mi modesto artículo en la categoría de lo “nada bueno” que tiene Aporrea.

La música como la ideología para que sea fructífera, según mi opinión, tiene que ser variada, amena y tocar las fibras más profundas del espíritu. El compás ideológico de Aporrea, es decir los parámetros en los cuales las notas (artículos) tienen su espacio o su silencio están bien definidos. En el pentagrama ideológico de Aporrea se lee: “…Aporrea.org es un Sitio Web de divulgación de noticias y opinión socio-política y cultural, identificado con el proceso de transformación revolucionaria y democrática de nuestro país, Venezuela, con una visión que se extrapola al resto de la humanidad, en la perspectiva de la liquidación del sometimiento capitalista-imperialista y la construcción de sociedades libres, basadas en el poder de los trabajadores y el pueblo, sin explotación del hombre por el hombre. Aporrea.org es una agencia popular alternativa de noticias, cartelera digital abierta e interactiva del movimiento popular y de los trabajadores. Es un medio de expresión, información, debate y difusión de contenidos de interés colectivo, principalmente políticos, sociales, económicos y de promoción cultural. También se ha convertido en un instrumento de "inteligencia social." Somos un medio para el debate, la denuncia y la generación de ideas, con miras a la construcción del Socialismo del Siglo XXI. Buscamos romper el cerco mediático impuesto por los medios privados de comunicación, comprometidos con la conspiración golpista y contrarrevolucionaria en Venezuela, manifestación de la globalización imperialista, contra la cual también combatimos junto a los demás pueblos del mundo…”

El ritmo, la melodía y la armonía, son el aporte diario de escritores profesionales o civiles con deseos de dar rienda suelta a su arrechera o simplemente “opinadores”, como yo, que sin pretensiones periodísticas o literarias, quieren contribuir a la construcción de una sociedad más justa. En cuestión de gustos no hay nada escrito, decía un paisano trastornado y se comía los mocos. Un sitio amplio y popular como lo es Aporrea tiene que ser lógicamente un mosaico ideológico, pues sí no fuera así, ¿cómo sería posible el debate ideológico, la denuncia y la generación de ideas? Lo bueno, lo feo y lo malo son categorías subjetivas y por lo tanto, no son parámetros válidos para generalizar la calidad de un periódico digital o convencional. Lo gravemente malo para la revolución bolivariana sería sí Aporrea no existiese y aunque su radio de influencia no abarque todos los rincones de Venezuela y no sea el medio informativo por excelencia de todos los ciudadanos, es importante que en las sociedades revolucionadas hayan foros de discusión, como Aporrea, para ventilar las cosas buenas, feas y malas que tiene todo proceso revolucionario. Aporrea evidentemente no puede ser la panacea ideológica universal de la revolución bolivariana y pienso que tampoco los compañeros pretenden serlo.

Las revoluciones sociales son como las composiciones musicales al estilo Billo Frómeta: una combinación dialéctica de tiempos, ritmos y melodías. Aporrea es un popurrí de ideas y diversas corrientes filosóficas todas ellas válidas, las que reflejan en cierta medida la idiosincrasia del pueblo venezolano y el estado actual del proceso revolucionario venezolano, el que por lo demás es contradictorio, complejo e interesante.

¡Feliz aniversario, compas de Aporrea!

Roberto Herrera 21.05.2011

jueves, 19 de mayo de 2011

Si el último hombre deja de hacer historia, no será por Fukuyama, sino por Fukushima

El hombre moderno, según Francis Fukuyama, es el último hombre y con él se termina la historia de las guerras y las revoluciones sociales. Los hombres volverán a su estado natural animal y la sociedad que habitarán será como el Edén, antes del pecado original, y la muerte de Abel a manos de Caín. La lucha mortal entre Caín y Abel, nos la explicaría Fukuyama desde la perspectiva platónica del estado de ánimo del hijo mayor de Adán y Eva. De acuerdo al génesis 4, versículo 1, Abel hizo una ofrenda a Yavé, sacrificando un par de corderos recién nacidos y Caín para no quedarse atrás, ofreció al Señor un surtido de ricas frutas cultivadas en su huerto. Por razones que no se explican en la Biblia, a Yavé le agradó más Abel y su ofrenda, mientras que Caín no le cayó muy bien y los frutos, al parecer, no le apetecían. Caín también buscaba y necesitaba el reconocimiento del Creador, argüiría Fukuyama, y al verse rechazado, se puso de tan mala leche, que horas más tarde le destrozó la cabeza a su hermano Abel con una quijada de burro que casualmente encontró en el suelo. Esta fue la primera batalla sangrienta que se libró en la tierra y de acuerdo a Fukuyama, representaría el momento en que el hombre comenzó a hacer historia. No vamos a entrar aquí en polémicas si Yavé tuvo la culpa de esta desgracia o sí Caín carecía de autoestima o falta de cariño de sus padres, pues al faltarnos la sindéresis necesaria para juzgar estos enredos religiosos, el riesgo de tergiversar la historia es muy grande.

Influenciado fuertemente por el filósofo idealista hegeliano ruso, Alexander Koschewnikow, más conocido por A.Kojève, Fukuyama sacó la analogía del perro saciado y satisfecho, que echado al suelo y gozando el calor que brinda el sol, no se hace ningún problema sí existen otros perros que tienen mejor o peor suerte que la suya. Es decir, que para Fukuyama a partir “del fin de la historia” los hombres vivirán en paz y concordia gozando una vida de perros. Pero ese destino canino solamente lo alcanzarán las sociedades posthistóricas, es decir, las verdaderas democracias liberales como la de los Estados Unidos de Norteamérica y Europa Central. Las sociedades atrasadas económicamente y con un bajo nivel científico-cultural, es decir, el resto del mundo, continuará preso en la redes de la historia y los hombres seguirán guerreando, sacándose la cresta como perros y gatos. A decir de Fukuyama, los chinos y los rusos se encontrarían en una etapa de transición a la posthistoria.

Para Fukuyama, el fin de la historia es el fin de la lucha de clases de Carlos Marx. Y ese momento se dio, según él, con la caída de la Unión Soviética y el campo socialista. Las diferencias de clases seguirán existiendo en la sociedad democrática liberal, solo que los habitantes de ese paraíso terrenal vivirán en perfecta harmonía y en concordia, porque todos estarán satisfechos y conformes de ser lo que son, desde un Mastín Danés de pura raza hasta Do-Re-Mi, el perro sin pedigrí de Joaquín Sabina. Hasta aquí el sueño idealista de Francis Fukuyama, pues una vez despierto, revela la quintaesencia del hombre y descubre que mientras haya injusticia(diferencias sociales y económicas), siempre habrá alguien dispuesto a rebelarse y a luchar por la justicia social. Es decir, según Fukuyama, el hombre necesita la injusticia, para que nazcan en él los sentimientos más nobles. Esta paradoja, dice Fukuyama, es inherente a la condición humana. Fukuyama relativiza entonces sus planteamientos idealistas y reconoce la disponibilidad del hombre de luchar por sus derechos hasta las últimas consecuencias, y en ese sentido, deja abierta la posibilidad que el hombre continúe haciendo historia. Con esta afirmación, él mismo destruye, sin proponérselo, el débil andamiaje teórico con el cual pretendía refutar la teoría marxista de desarrollo de las sociedades y el axioma marxista que la historia de las sociedades es la historia de la lucha de clases. Mientras la sociedad continúe dividida en clases y aunque el siervo moderno tenga la “libertad” de conducir un coche como el de su amo, la historia seguirá siendo larga e infinita. Sí de historias fantásticas se trata, prefiero la de Michael Ende que es interminable y más interesante.

Es más probable que el hombre deje de hacer historia por las consecuencias de catástrofes como la de Fukushima o conflictos nucleares o las provocadas por la caída un meteorito de grandes dimensiones que por la fantasía e idealismo de Francis Fukuyama.

Roberto Herrera 19.05.2011

martes, 17 de mayo de 2011

El poder de los poderosos no es erótico

El poder, entendido éste como la facultad de imponer a través de la sugestión, el terror o por la fuerza la voluntad particular a los semejantes, es como una hiedra que va ocupando los espacios más secretos de la mente y del espíritu humano de aquel que lo ostenta, hasta convertirlo en un harapo de carne y hueso. La historia de la humanidad, está regada de ejemplos de abuso del poder. Quien que se sabe poderoso y además es esclavo de las bajas pasiones, termina creyéndose un ser omnipotente.

En la sociedad moderna, la omnipotencia, es decir, aquel atributo omnímodo propio de los dioses, se ha convertido en la característica principal de muchos líderes políticos, militares, religiosos, edecanes, funcionarios de estado y de organizaciones no gubernamentales. Allí tenemos al italiano Silvio Berlusconi mal utilizando el poder para fomentar la prostitución de lujo con sus fiestas Bunga-Bunga. Este político poderoso y sin escrúpulos, se ha puesto al parecer por encima de la ley y nos sonríe diariamente desde la primera plana de los periódicos, sugiriéndonos con sus dientes Colgate, que él sí come carne de ternera todos los días de la semana, menos el viernes, que es santo, en el que se conforma con un par de conchas y otra variedad de choritos nacionales y extranjeros.

Y qué decir, de los muchos obispos y curas católicos, quienes sabiéndose poseedores del poder que otorga la cruz y la sotana, se han aprovechado sexualmente de niños, jóvenes y adultos. Degenerados sexuales que interpretan deliberadamente mal las palabras que exclamara Jesús una ocasión en Galilea: “Dejad que los niños vengan a mí, porque de ellos es el reino de los cielos”. Entonces, Jesús con amor puro abrazaba a los niños y luego ponía sus manos sobre ellos para bendecirlos. Estos pederastas y pedófilos con hábito, han tocado a muchos niños con lascivia, no para bendecirlos, sino para maldecirlos y traumatizarlos para el resto de sus vidas. Hombres perversos e hipócritas cuyo lugar no es la sacristía, sino la penitenciaria o el psiquiátrico. La crónica de los abusos sexuales tanto en la curia como en la sociedad civil es larga, triste y vergonzosa. Muchos son los hechores y victimarios que se escudan detrás del poder y lamentablemente pocos los que han recibido una condena merecida.

El director gerente del Fondo Monetario Internacional, el francés Dominique Strauss-Kahn, miembro del partido socialista francés y supuesto candidato a la presidencia de Francia, ha sido acusado de agresión sexual a una camarera de un hotel de Nueva York. Una noticia que no sorprende tanto, puesto que la debilidad por las faldas del representante de la poderosa institución financiera mundial era conocida. No obstante, con el morbo político que rodea al suceso, la nota periodística tiene una gran rentabilidad para los medios de prensa serios y menos serios del orbe. Pero Strauss-Kahn, en el caso que así haya sido, es solamente un ejemplo del hombre poderoso, que sintiéndose importante y omnipotente, va por el mundo queriendo satisfacer el dictamen de sus hormonas masculinas a toda costa. No es él el único. Como él, hay millones de hombres que sabiéndose con el poder que les otorga el cargo, el dinero o la fuerza, violan y maltratan a mujeres, hombres y niños sin distinción de clase, etnia, credo y edad.

A Henry Kissinger, ex ministro de Asuntos Exteriores de los Estados Unidos durante la legislatura de Richard Nixon a principios de los años setenta, quien luego después del escándalo de Watergate, continuó en funciones con Gerald Ford, se le atribuye haber afirmado lo siguiente: “el poder es erótico”
Probablemente Henry Kissinger, pavoneándose un poco, nos quiso decir de manera metacomunicativa que a él las mujeres lo encontraban sexualmente atractivo. Como no he leído sus biografías vetadas y aprobadas, no puedo saber cuáles fueron las mujeres, aparte de la propia, que cayeron en las redes sensuales y eróticas de las espesas cejas tipo cepillo de zapato que se gastaba cuando era más joven y potente. Es posible que Lucía Hiriart, la primera dama de la República de Chile durante la dictadura de Pinochet, haya sido una de sus más fieles admiradoras y pretendientes. Sobradas razones tenía la viuda del dictador asesino, de compensar de una u otra forma, todos los favores y esfuerzos que realizó Kissinger por imponer la dictadura militar en Chile.

¡El poder de los poderosos no es erótico ni qué ocho cuartos! Es un instrumento de perversión sexual, opresión, explotación, flagelación, persecución, expoliación, vejación y crimen.

Roberto Herrera 17.05.2011

sábado, 14 de mayo de 2011

¿El toro de Libia estocado? ¿El final de The Lybian revolution?

“…Es cierto, hay que reconocer que el toro está tocado, pero, ¿tendrá la OTAN testosterona y las agallas suficientes para propinarle la estocada final…?”, con esta pregunta concluí el artículo “El toro de Libia reloaded ” publicado en Rebelión, el 26.03.2011, que era al mismo tiempo la continuación de “El toro de Libia acorralado ”, publicado en el mismo sitio web, el 02.03.2011. Por lo visto, los bombardeos “inteligentes” con los aviones depredadores y los ataques aéreos con naves convencionales no han sido suficientes para resolver el asunto libio. Aunque los responsables militares de la Organización del Tratado del Atlántico Norte niegan con vehemencia que existan planes para eliminar físicamente a Muammar Abu Minyar al-Gaddafi, el preciso y calculado bombardeo a la residencia del hijo menor de Gadafi, Saif al Arab Gadafi, de 29 años, en el cual mataron al hijo de Gadafi y a tres de sus nietos y del cual el líder libio habría sobrevivido milagrosamente, según declaró el portavoz del gobierno en Trípoli, deja al desnudo las intenciones punitivas de la OTAN.

Las agencias noticiosas han estado especulando en los últimos días acerca de la ausencia pública de Gadafi. Supuestamente, el coronel estaría herido y recuperándose o muriendo en algún lugar secreto fuera de Trípolis. Incluso hay quienes lo ubican en el extranjero. Estas bombas de humo desinformativas tienen el objetivo de confundir y minar el espíritu combativo de la población civil y militar que apoyan al coronel Gadafi y por otra parte, motivar a las fuerzas rebeldes a seguir combatiendo. Por su parte, Gadafi en un corto comunicado grabado previamente y difundido por la televisión gubernamental, desmintió las informaciones mediáticas relacionadas con la supuesta lesión de guerra, afirmando retóricamente que se encontraba en un lugar seguro, en el que nada le podía ocurrir, es decir, en el corazón de su gente.

Ahora bien, la opinión pública continuará de todas maneras en ascuas, pues a decir verdad, nadie puede confirmar fehacientemente lo uno ni negar lo otro. Pero lo que si es cierto y no cabe la menor duda de ello, es que, sí Gadafi no contara con el apoyo de amplios sectores de la ciudadanía libia y no tuviera capacidad combativa, los bombardeos de la OTAN ya hubieran hecho mella en la psiquis de la población civil y militar que defiende la revolución, a estas alturas de las hostilidades un gobierno provisional revolucionario ya estaría dirigiendo el destino incierto de los libios. En todo caso, poniendo nuevamente los pies en las arenas de Libia, difícil es imaginarse el futuro de Libia con Gadafi al frente de la revolución, como también no resulta nada fácil pronosticar el devenir libio después de la era Gadafi. Este es el gran problema que tiene el imperialismo norteamericano. Ellos tampoco saben a ciencia cierta quienes están realmente detrás de los rebeldes de Bengazi.

En vista y considerando que el imperialismo norteamericano y sus aliados cuentan con la tecnología y recursos suficientes como para autodesignarse nuevamente el rol de gendarme mundial, es preocupante el hecho que en aquellos países latinoamericanos, como Venezuela, en el que está en marcha un proceso social revolucionario, el papel de una persona sea decisivo y determinante. Hugo Chávez Frías es fuerza de empuje y al mismo tiempo, es el talón de Aquiles de la revolución bolivariana. ¿Estaría dispuesto el pueblo venezolano a asumir hasta las últimas consecuencias la consigna de socialismo o muerte, en caso de una agresión militar imperialista? ¿Qué sería de la revolución bolivariana de Venezuela sin el cristiano confeso Hugo Chávez Frías?

Después del ajusticiamiento de Osama Bin Laden, en donde se aplicó la ley del Talión, no sería nada extraño que a Gadafi también lo buscaran para darle fractura por fractura, ojo por ojo, diente por diente, así como está escrito en el libro sagrado de los que profesan la fe cristiana. Para mayores detalles léase levítico 24, versículo 19. Y, mucho guillo Hugo, la ley del Talión, según el tío San Samuel, rige tanto para moros como para cristianos.

¿Estará realmente estocado el toro de Libia? ¿Estaremos en la víspera del final de The Lybian revolution?

Roberto Herrera 14.05.2011

domingo, 8 de mayo de 2011

Cuando la muerte se convierte en diversión

Cuando Salome, hija de Herodías, después de haber embelesado con su danza sensual al rey Herodes y a sus invitados, en un opíparo banquete celebrado en Galilea en conmemoración de su onomástico, éste, fascinado por el movimiento bamboleante de las caderas de la bailarina, sin pensar siquiera un momento en las consecuencias, exclamó: “pídeme lo que quieras y te lo daré”. Salome, siguiendo el consejo de su madre respondió, según el apóstol Marcos: “Quiero que ahora mismo me des en una bandeja la cabeza de Juan Bautista”. Y, ¡qué decir del deleite de los romanos! , que gozaban contemplando el momento en que los cristianos eran cercenados por los filudos dientes de los hambrientos leones. La muerte de Osama Bin Laden, ficticia o real, pertenece a esta categoría de espectáculo.

La imaginaria frontera entre la sociedad occidental, también conocida como cultura Euroatlántica y el resto de las civilizaciones, todas en sí diferentes, no es geográfica, sino ideológica. Muchos de los habitantes del continente americano, Australia, Nueva Zelandia, Suráfrica y Europa Central, están convencidos de pertenecer a una civilización superior, más desarrollada, más libre, más sabia y más justa. No obstante, olvidan que el camino de la cultura occidental está pavimentado con millones de cadáveres pertenecientes a diversas etnias, creencias religiosas, edades y sexo, y esta historia de crímenes y barbaridades de lesa humanidad no tiene fin, puesto que mientras el Hombre occidental u oriental siga siendo esclavo de sus instintos animales y de la codicia, la muerte será testigo mudo de la barbarie de la humanidad.

Ciertamente Osama Bin Laden declaró la guerra santa al mundo occidental y en ese sentido, corría el riesgo de perder la vida en cualquier momento, de acuerdo a las leyes naturales de las guerras, sean santas o paganas, justas o injustas. En la estrategia militar-religiosa de Bin Laden, el terrorismo es el instrumento táctico-operativo por excelencia para practicar la yihad. El terrorismo individual, colectivo o estatal, sea este blanco, negro, marrón o rojo, es un método de lucha que niega en sí cualquier objetivo, ya fuera por razones político-económicas, religiosas o de cualquier índole, puesto que el terrorismo se basa en la muerte indiscriminada e innecesaria de civiles, es decir no combatientes. La lista de los ejemplos es interminable. La muerte provocada por torturas, secuestros, las ejecuciones extrajudiciales, las cárceles clandestinas, las persecuciones como en la época del senador norteamericano Joseph McCarthy, son algunas de las expresiones y recursos que tiene el terrorismo de estado. Esto, dicho sea de paso, es una actividad que el imperialismo norteamericano y sus aliados también realizan de manera constante a lo largo y ancho del planeta.

Cuando la muerte de un ser humano es causa de satisfacción e incluso motivo de alegría, es irrelevante el hecho, desde el punto de vista ético-moral, sí se trata de un terrorista como Osama Bin Laden o de un criminal de guerra como fue Adolf Eichmann. La forma en que se dio muerte a Bin Laden no nos muestra en absoluto la supuesta superioridad de la civilización occidental, sino todo lo contrario, puesto que deja al desnudo lo más bajo y perverso de nuestra sociedad. La operación comando que acabó con la vida de Osama Bin Laden y otras personas, recuerda más bien al lejano y salvaje oeste, donde los Marshalls y Sheriffs, protegidos por la ley y en su nombre, liquidaban asesinos y putativos malhechores a diestra y siniestra. Por otra parte, los modernos paladines de los valores morales de la civilización euroatlántica, protegen y defienden al terrorista confeso, Luis Posada Carriles y mantienen a los 5 héroes antiterroristas cubanos, Fernando González, Rene González, Gerardo Hernández, Ramon Labañino y Antonio Guerrero, recluidos injustamente en sus cárceles.

Así como en el tiempo del imperio romano, en el que los cristianos servían sólo para los leones, así gozan hoy en día algunos líderes políticos del mundo occidental con la muerte de sus enemigos. Cuando la muerte se convierte en diversión, la decadencia de la civilización es incontenible.

Roberto Herrera 08.05.2011

lunes, 2 de mayo de 2011

La construcción del socialismo y su destrucción son al parecer una cuestión divina

A pesar de los múltiples casos de pederastia y pedofilia en la curia a nivel mundial, que han mellado la moral cristiana y dañado la imagen de la institución eclesiástica, Su Santidad, Papa Benedicto XVI, está demostrando sus excelentes cualidades de mánager. La gestión empresarial de Benedicto XVI en el Vaticano, está acorde a los tiempos modernos, en los que la eficacia y eficiencia, tienen una repercusión importante en los procesos productivos. En el caso particular de la producción de santos y beatos, el Papa ha sido eficaz en la utilización de los recursos humanos con que dispone y eficiente en el logro de los objetivos. La rápida beatificación del Papa Juan Pablo II es una muestra de ello. Uno de los grandes méritos del Santo in spe, Wojtyla, según los especialistas en los asuntos internos del Vaticano, es el de haber contribuido de manera decisiva en la derrota del socialismo del siglo XX.

Según los cánones de la Iglesia Católica, Beato es nombrado sólo aquel Siervo de Dios, que habiendo alcanzado el rango de Venerable, haya realizado en vida como mínimo un milagro, el cual será verificado previamente por una comisión ad hoc después de su muerte. Sí la debacle de la Unión Soviética y el campo socialista se debió al milagro de Karol Józef Wojtyla, entonces todos los esfuerzos realizados por sociólogos, historiadores y marxistas-leninistas en encontrar las causas de la derrota fueron en vano, puesto que la respuesta se encuentra en los misterios de la fe cristiana. Ya veremos cuál será el milagro que tendrá que realizar el beato Juan Pablo II post mortem, para reunir las condiciones para su canonización.

El Presidente Hugo Chávez Frías, en la arenga pronunciada el 1 de mayo del año en curso, comentó emocionado que con la ayuda de Dios construiremos el socialismo. A lo mejor resulta que después de todo, si nos portamos bien, respetamos las fiestas de guardar y nos olvidamos de Marx, Engels, Lenin et al. logramos el apoyo divino. Sólo nos faltaría pues, un milagrito del nuevo beato, para salvar las dificultades en la construcción del socialismo del siglo XXI. Así que ya sabemos cuál es el camino a seguir: a trabajar todo el mundo con eficacia y eficiencia, requisitos esenciales para incrementar la productividad y a orar con devoción en las horas libres.

Planteadas así las cosas, resulta entonces que el materialismo histórico y dialéctico ha resultado ser parte integral de la obra de Dios, es decir Opus Dei.

Roberto Herrera 02.05.2011