lunes, 27 de septiembre de 2010

DE LA FRAGILIDAD Y RELATIVIDAD DE LOS NÚMEROS

Ayer se celebraron las elecciones para la Asamblea Nacional en Venezuela y hoy por la mañana, los medios de comunicación occidentales, opositores a cualquier cambio social, que suponga una alternativa al modelo de desarrollo capitalista en cualquier rincón del mundo, anunciaban la derrota parcial de Hugo Chávez Frías con bombos y platillos. Bien, están en su derecho. Lo sorprendente sería, que no aprovecharan éstos fugaces y oníricos momentos para masturbarse mentalmente.

Cuando se habla de derrota parcial, esto implica lógicamente una porción de victoria. Desde el punto de vista matemático, el Consejo Nacional Electoral (CNE) en su primer boletín informativo ha confirmado, que el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) en alianza con el Partido Comunista de Venezuela logró 95 de los 165 escaños que conforman la Asamblea Nacional.

Las revoluciones sociales son fenómenos históricos, dinámicos y dialécticos, cuya medición va más allá de las matemáticas. Para entender la dimensión histórica de la Revolución Bolivariana y su importancia en Latinoamérica, es necesario ubicarla en el contexto actual de desarrollo de las fuerzas imperialistas que la acechan. Que las venezolanas y los venezolanos, a pesar del bombardeo ideológico contrarrevolucionario, el cuestionamiento sistemático y permanente, a que se ve sometido el proceso revolucionario, junto a la demonización de Hugo Chávez Frías a nivel internacional, hayan logrado la mayoría simple, es más que una derrota parcial o una victoria relativa. Es la respuesta, diáfana e irrefutable, de una gran parte del pueblo que quiere avanzar hacia el socialismo y es esto y nada más que esto lo que vale. En este sentido, la lectura de los resultados en las elecciones es mucho más compleja, que la suma mecánica de números y porcentajes.

Por supuesto, toda estadística electoral es un medidor del estado coyuntural de la sociedad en general, siempre y cuando la participación de los votantes represente significativamente la mayoría. Según las noticias matutinas, la participación de la población en las elecciones es considerada como “histórica”, es decir que ayer la masa crítica venezolana corroboró, una vez más, la tendencia histórica del proceso.

Huelga recordar, que se aprende más de las derrotas, supuestas o reales, que de victorias absolutas o contundentes. La lucha de clases y la construcción del socialismo, a diferencia de una pelea de boxeo, no se ganan por knock out, sino poco a poco, punto por punto, de lo simple a lo complejo…

Entonces, analizando la contienda, desde una perspectiva materialista histórica y dialéctica, el round de ayer lo ganó el pueblo venezolano con su máximo y digno representante Comandante Hugo Rafael Chávez Frías.


Roberto Herrera 27.09.2010

viernes, 17 de septiembre de 2010

EL INVIERNO NUCLEAR Y FIDEL CASTRO

Hasta comienzos del siglo XX los científicos aceptaban unánimemente el principio, que la materia era indestructible y no podía transformarse en algo más simple, postulado que se conoce con el nombre de Principio de Conservación de la Materia. La capacidad o aptitud que tiene un cuerpo para realizar un trabajo se conoce como energía. El concepto de energía es probablemente el concepto más importante de la Física, pues permite describir de una manera más cómoda y simple los procesos que ocurren en la naturaleza mediante los cambios de energía que se producen. Todo cuerpo en el espacio puede poseer a la vez diversas formas de energía. La energía total de ese cuerpo será la suma de todas las formas de energía que posee. En todo proceso es necesario que se cumpla el principio de conservación de la energía, que no es más que el enunciado siguiente: El aumento de energía interna de un cuerpo es igual al calor absorbido, más el trabajo realizado sobre el cuerpo por las fuerzas externas. También conocido como la Primera ley de la Termodinámica.

Si la temperatura global de la tierra dependiera solamente de la energía calórica absorbida a través de la luz solar y tomando en cuenta, que parte de esa energía es reflejada de nuevo hacia el espacio, entonces tendríamos un escenario terrestre en el que la temperatura sería aproximadamente 35 grados Celsius más fría que en la actualidad. Es decir, que la temperatura promedio en la superficie de la tierra, según las leyes de la física, estaría bajo el punto de congelación. Situación ambiental no favorable para la evolución de la vida, tal y cual la conocemos.

Es decir, que la vida en nuestro planeta, en el sentido darwiniano, no existiría si no se hubieran dado una serie de circunstancias aleatorias favorables, que permitieron el desarrollo de la flora y la fauna en la tierra. Uno de los factores determinantes es el clima, es decir la existencia de una temperatura terrestre promedio de alrededor de 15 grados Celsius. ¿Cómo se dieron entonces éstas condiciones?

El factor determinante es la existencia de gases como el dióxido de carbono y del vapor del agua en la atmosfera terrestre, que constituyen un envoltorio invisible con características muy especiales. En primer lugar, permite el paso de los rayos solares visibles, y por otra parte, dificulta el paso de los rayos infrarrojos que irradia la tierra al espacio. Este fenómeno es conocido como “efecto invernadero”, que es la causa principal de la temperatura promedio de la superficie de la tierra y por lo tanto, de la conservación de la vida. De allí que la manutención del equilibrio térmico del planeta sea una tarea estratégica de orden político-social.

Si el “efecto invernadero” sufriera una modificación significativa, tanto si aumentara como si disminuyera, o si desapareciera por completo, constituiría un desastre a escala mundial.

La única experiencia que tiene el hombre moderno acerca de las consecuencias y repercusiones que tiene la energía nuclear, aplicada con fines bélicos, es la realizada a finales de la segunda guerra mundial en las islas japonesas de Hiroshima y Nagasaki, que fueron utilizadas como laboratorio experimental. Por primera vez en la historia de la humanidad, dos bombas atómicas fueron arrojadas sobre dos ciudades habitadas por seres humanos. Basándose en los datos recopilados en tan macabro experimento, los científicos han desarrollado modelos teóricos acerca de los efectos y consecuencias en el caso de una guerra nuclear estratégica.

La potente explosión nuclear (ciento de veces más potente que la de Hiroshima) levantaría una gigantesca nube de partículas finas que llegaría hasta la estratosfera. La energía térmica liberada provocaría en la ciudad, incendios masivos, los cuales producirían dos tipos de humo, en dependencia del material de combustión. El humo blanco-azulado, resultante del fuego lento sin llamas como la madera o el papel y el humo negro que resulta de la combustión de derivados del petróleo con gran suministro de oxígeno, es decir fuego con llamas. El material orgánico quemado se convierte en gran parte en carbono elemental, produciendo un humo con alto contenido de hollín. El hollín es conocido como uno de los materiales más oscuros que se puede producir en la naturaleza. Las partículas de polvo fino en la estratosfera reflejarían la luz solar al espacio y las densas columnas de humo negro anularían el “efecto invernadero”. Las consecuencias directas serían el oscurecimiento y enfriamiento paulatino de la tierra, fenómeno climático teórico, que un grupo de científicos norteamericanos a principios de la década de los noventa bautizó con el nombre de: invierno nuclear

Fidel Castro ha sido uno de los pocos políticos del hemisferio occidental, que desde hace más de veinte años viene denunciando los problemas del medio ambiente y advirtiendo a los políticos con poderes reales, acerca de la necesidad de detener el deterioro ecológico y climático, que podría significar el fin de la vida en nuestro planeta, así también, acerca de los peligros eminentes de una guerra nuclear en el Oriente Medio.
En el discurso pronunciado en el Acto de Inauguración del Frigorífico Habana IV, Alquízar, el 1ro.de abril de 1991, Fidel advertía acerca del calentamiento de la tierra: “Los últimos años, en general, se caracterizan por los calores excesivos. Así, según datos mundiales, en los últimos 150 años, de los siete años más calurosos seis fueron en la década del 80, y el 90 el más caluroso. Este año [1991] es caluroso. Hay años en que han venido más de 30 nortes y este año han venido unos ocho o nueve, y un mes tan decisivo como el de enero fue caliente, bastante caliente”. “En nuestra opinión, estos ya son los resultados del llamado efecto invernadero, de los fenómenos de cambios que se van produciendo en la naturaleza como consecuencia del exceso de combustibles fósiles y del dióxido de carbono en la atmósfera, que produce un calentamiento”.

El Comandante en Jefe ha demostrado a lo largo de su vida, que él es un modelo de político, que no pasa de moda y que ha ido siguiendo, paso a paso, el desarrollo de la sociedad capitalista de consumo y la explotación demencial de los recursos naturales no renovables. En resumidas cuentas, él ha hecho más por la paz y el medio ambiente, que muchos dirigentes de las naciones más influyentes del mundo.

Fidel es un modelo- ejemplo de político que funciona y digno de emular. Castro es un político de altura, no un politicastro.


Roberto Herrera 16.09.2010

miércoles, 15 de septiembre de 2010

DE MODELOS Y PASARELAS

A raíz de las declaraciones del Comandante en Jefe de la Revolución Cubana con respecto al “Modelo cubano de exportación”, expresadas en el marco de una entrevista realizada por el periodista Jeffrey Goldberg de la revista The Atlantic en la ciudad de la Habana y publicadas el día 8 de septiembre, se ha desatado un gran revuelo entre moros y cristianos. Enturbiando las aguas vecinas se puede pescar mejor anguilas, como diría el dramaturgo griego Aristófanes, conocido por su sátira refinada y perspicaz elocuencia.

Leyendo la versión original del artículo en cuestión, capto a nivel meta comunicativo dos aspectos importantes, que al parecer marcaron la entrevista de Goldberg con Fidel: el primero está relacionado con el factor sorpresa de la invitación, y el segundo, con el carácter familiar y en cierta medida informal del encuentro. Es hasta cierto punto divertida, la forma en que Fidel se relaciona con el entrevistador. La conversación es todo un vacilón. Me parece importante mencionar ésta característica, habida cuenta que tenemos entrevistas clásicas con Fidel previas a la del norteamericano, realizadas por Frei Betto, Tomás Borges Martínez e Ignacio Ramonet, donde la seriedad y profundidad, tanto de las preguntas como las respuestas, se capta en cada frase y en cada párrafo dicho por el entrevistado. La conversación con Jeffrey Goldberg tiene un gusto light e incluso es hasta naif. El periodista no sale de su asombro y todo lo que perciben sus sentidos le sorprende, incluyendo la visita al acuario de delfines en Miramar. Tan confundido estaba el pobre reportero, que no sabía sí preguntar más acerca de los cetáceos o formular algo relativo a la división del átomo y a las bombas nucleares.

¿Qué pescadores sacarían provecho en rio revuelto con la respuesta del Comandante acerca del modelito pasado de moda? Sin duda alguna, los que se encargan de la explotación a escala mundial del caviar. ¿Y cuáles peces caerían en sus redes? Pues obviamente, esturiones!

¿Quién escudriñó a quién?

Después de la aclaración del propio Fidel el día 10 de septiembre, cualquier explicación suplementaria al respecto sería superflua e innecesaria.

Sin embargo, pienso que sí de modelos de exportación se trata, sería interesante mencionar un modelo de exportación, muy famoso y conocido en América Latina y que responde al nombre de “Contrarrevolución”, diseñado, desarrollado y promovido por la Agencia Central de Inteligencia, el Pentágono, el Departamento de Estado y comercializado por las diferentes sucursales nacionales. Menciono aquí, a modo de ejemplo, tres países, en los cuales el producto se vendió con todo éxito y donde los márgenes de mercadeo estaban en relación directamente proporcional a la cantidad de muertos alcanzada. En la Guatemala de Jacobo Arbenz en 1954, año en que el carro de moda era el Impala y el Presidente de los Estados Unidos David Eisenhower, la contrarrevolución derrocó a un gobierno democráticamente electo. En Chile de Salvador Allende en 1973, año en que el auto de moda era el Ford Mustang y el Presidente de los Estados Unidos Richard Nixon, la contrarrevolución derrocó a un gobierno democráticamente electo. En la Nicaragua Sandinista de los ochenta, años en que el coche de moda era el Mazda japonés y el Presidente de los Estados Unidos era Ronald Reagan, la contrarrevolución logró debilitar la revolución sandinista hasta derrotarla en las urnas electorales en febrero de 1990.
La Cuba Socialista ha sido la única revolución triunfante en América Latina que ha resistido todos los embates contrarrevolucionarios organizados y apoyados por los diferentes gobiernos norteamericanos hasta la fecha y Fidel Castro el único político de prestigio internacional que ha enfrentado exitosamente once presidentes norteamericanos.

Cuba se ha transformado pues en una obsesión política para los sectores más conservadores de la clase dominante estadounidense. La existencia de Cuba Socialista les provoca un escozor histórico, así que no nos sorprende toda la alharaca colectiva desatada en torno al “fracaso del modelo de exportación cubano”.

El problema de los enemigos de la revolución y en especial, la cubana, radica en el hecho en que entienden el devenir de la historia y el desarrollo de las sociedades del mundo como un desfile gigantesco de moda, donde los modelos se pasean en la pasarela, mostrando sus elegantes disfraces y donde el animador con voz andrógina anuncia el siguiente traje de moda: “ aquí vemos a Joaquín, luciendo un traje verde olivo, que hace juego con el AK-57 Kalaschnikow de fabricación soviética y las botas negras de campaña, luciendo su boina calada al estilo del Che, impermeable y a prueba de balas, fácil de lavar, apropiado para guerra de guerrillas en el campo y la ciudad. Diseñado para combatir tiranos y otro tipo de alimañas. Calidad garantizada. Si el producto no le gusta o los resultados no son los que esperaba, le devolvemos su dinero.”

Estos modelos no funcionan en ninguna parte del mundo ni las revoluciones son un prét á porter...


Roberto Herrera 13.09.2010

viernes, 10 de septiembre de 2010

LA PELIGROSA FUTILIDAD DEL FANATISMO

Según Immanuel Kant, el filósofo alemán del siglo XVIII, el fanatismo es la transgresión de los límites de la razón humana, emprendida según principios devenidos de facultades o poderes supuestamente “superiores”. El dogma es un postulado sintético derivado de conceptos a priori, elevados a la categoría de verdad absoluta, es decir, proposiciones que no proceden de la vivencia empírica de nuestra naturaleza y no admiten el pensamiento analítico y sintético, que es el método racional para entender el comportamiento del ser humano.

Si admitimos, que la toma de conciencia y conocimiento de nuestra existencia material y espiritual, se deben al desarrollo morfológico de la masa cerebral del homo sapiens, producto éste de la interrelación dinámica (trabajo) del hombre con el medio ambiente, tendríamos que concluir, que cualquier estímulo externo, percibido por las redes neuronales, influirá en el desarrollo o en el retroceso y estancamiento individual y por ende, de la sociedad en general.

Independientemente si el cerebro es el resultado de la creación o de la evolución de la especie humana, lo tenemos para utilizarlo creativamente, para aprovecharlo como fuente de reflexión e inspiración y en función del desarrollo de la humanidad.

Sin embargo, diariamente estamos viendo y viviendo, como muchos de nuestros congéneres, políticos o religiosos, utilizan otras partes del cuerpo humano para gobernar y conducir a sus feligreses.

La quema de libros, sean éstos sagrados o profanos, no es nada nuevo en la historia de la humanidad. ¿Qué persona en el mundo con cinco dedos de frente, puede creer que lanzando El Corán, La Santa Biblia o El Talmud a la pira purificadora se pondrá fin al pensamiento religioso? Estos actos irracionales son solamente una provocación a la espiritualidad de los grupos en cuestión.

El 11 de septiembre de 1973 en Chile, un oscuro y fanático general conjuró contra el Presidente Salvador Allende y erigió, con el apoyo del gobierno de los Estados Unidos, una brutal y criminal dictadura militar, sin parangón en Latinoamérica. Pinochet también ordenó la quema de libros.

El 11 de septiembre de 2001 en Nueva York, fanáticos religiosos cometieron un horrendo crimen de lesa humanidad con el ataque a las torres gemelas.

Actitudes como la del pastor evangélico Terry Jones y la de los terroristas fundamentalistas que pilotearon los aviones, no contribuyen al acercamiento y entendimiento entre las diferentes culturas, sino todo lo contrario. El terrorismo, cualquiera que sea su forma y expresión, no tiene justificación alguna. ¿Quién se beneficia entonces con la polarización de un conflicto seudo religioso?

La coyuntura actual mundial, donde la verborrea fanática ocupa cada vez un papel preponderante en el quehacer político de gobernantes y partidos políticos, tanto del mundo occidental como del Oriente Medio, requiere el análisis sobrio y frio de los acontecimientos. Detrás del dogma político-religioso se esconde el verdadero leitmotiv de las guerras santas. No se trata pues, de la rivalidad religiosa entre musulmanes, cristianos y judíos, sino de intereses económicos y geo-políticos en una región del mundo, donde el islamismo es mayoría. Aquí radica precisamente el peligro de la fomentación del fanatismo político-religioso. Es decir en la propagación de un dogma, rígido e inamovible, donde el hereje está a priori determinado e identificado en el libro sagrado correspondiente. En la medida que seamos capaces de reconocer y aceptar el derecho que tiene toda persona a la libertad de pensamiento, de conciencia y de religión, entonces entenderemos que la solución de los problema existenciales de la humanidad no está ni en el Corán ni en la Biblia ni en el Talmud, sino en nuestra actitud frente a la vida, es decir en nosotros mismos, cosa que por lo demás no niega la existencia de los libros sagrados.


Roberto Herrera 10.09.2010

jueves, 9 de septiembre de 2010

DE ZÁNGANOS Y REINAS

En el reino animal existen tres especies, que por su organización, despiertan la atención de especialistas y profanos: Las abejas, las hormigas y las termitas. Hexápodos con una estructura social interesante, genéticamente estipulada y con una morfología determinada, que permite fácilmente detectar a simple vista a qué casta pertenecen y por lo tanto cuál es su función en el sistema.

Dado el origen biológico de estas sociedades es de esperar que exista un equilibrio natural entre los diferentes tipos de castas funcionales. Y en efecto así es. En las grandes colonias conformadas por estos insectos himenópteros cada habitante ejecuta la función que genéticamente le corresponde desempeñar. La distribución del resultado del proceso interactivo con la naturaleza se rige de acuerdo a la ley biológica de a cada cual según sus necesidades. Con un cerebro infinitamente menos complejo, que el del homo sapiens, estos bichitos tienen un comportamiento social, que en la simbología humana podría interpretarse como solidaridad, fraternidad y cooperación, en estricta concordancia con la naturaleza (una variante natural de desarrollo sostenible), cualidades, por lo demás, casi inexistentes en la especie humana. Obviamente los insectos no tienen conciencia de sus actos ni tampoco reflexionan al respecto. Solamente en las películas de Walt Disney los animales se comportan como los humanos.

El hombre ha traspasado su idea monárquica a una sociedad altamente organizada, en cuanto a su funcionalidad, en la cual no existe una jerarquía y no sugiere la existencia de una casta de sangre real, ni presupone obreras en un sentido capitalista de producción ni zánganos cuyo género estaría vinculado a la propiedad privada de los medios de producción ni a su capacidad productora de espermatozoides ni a su preponderante función en la cadena biológica. Cosa que por lo demás, no corresponde a la realidad, ni en el reino de los insectos ni en la sociedad humana.

Sin embargo, en el reino de los humanos las monarquías todavía existen y hay reinas que mandan en la corte y reyes holgazanes, que mandan a callar a sus súbditos en el momento menos oportuno. También hay zánganos, que viven del trabajo de los demás en todas las sociedades existentes. Los hay de todos los colores y en todas las variaciones habidas y por haber.

En la colonia melífera el panal es de todos. Allí se trabaja y se vive en función de la conservación de la especie, a diferencia de la sociedad capitalista, en la que en aras del beneficio particular de unos pocos, se arriesga la propia especie y la destrucción de la naturaleza, y en la cual ni los zánganos ni las reinas son más importantes.

Roberto Herrera 08.09.2010

viernes, 3 de septiembre de 2010

DE MAGNITUDES Y DIMENSIONES EN LAS GUERRAS DEL IMPERIALISMO

Todo aquello que puede ser medido, como la longitud de un ataúd o la temperatura de un cuerpo inerte recibe el nombre de magnitud. Medir es comparar una magnitud con otra de su misma especie que arbitrariamente se toma como unidad. El resultado de toda medida es siempre un número que es el valor de la magnitud medida y expresa la relación entre esta magnitud y la que se toma como unidad. Las medidas pueden ser directas o indirectas. Física elemental.

Un ataúd estándar alemán, para un adulto tiene 2 metros de largo, 0,7 metros de ancho y 0,65 metros de altura. La unidad de medición, que hemos escogido arbitrariamente, es pues: 1 ataúd

La base de cada una de las torres gemelas en Nueva York, era un cuadrado de 63 metros; aproximadamente 4000 m² de superficie.

Como toda guerra imperialista es un gran negocio, es preciso hacer cálculos de costos y utilidades, contribuciones marginales, de ganancias y pérdidas. Según la revista médica The Lancet el número de iraquíes muertos durante la guerra de Irak podría llegar a 1 millón trecientos mil (1.300000). Es decir, si colocáramos en forma vertical la respectiva cantidad de ataúdes, tendríamos la suma de 8730 cajas mortuorias por área de superficie. Lo cual significaría, que necesitaríamos alrededor de 149 plantas para almacenar tanto muerto.

Cada torre gemela tenía 110 pisos, elevándose desde la acera 411 metros. Es decir, una altura promedio de 3, 7 metros por nivel. En este caso, la torre de los muertos, tendría una altura aproximada de 550 metros.

La cantidad exacta de muertos en la guerra de Afganistán, que comenzó en el año 2001, es desconocida, pero se estima que podría rondar los 50.000 por parte de los afganos. Lo que correspondería a una torre enana de aproximadamente 6 pisos, con una altura de 22 metros. Dado, que la guerra en Afganistán continúa, es de esperar, que al cabo de unos años, los norteamericanos habrán construido, simbólicamente, las torres gemelas de la muerte y la venganza. Escusados sean los errores de cálculo.

Por otra parte, si lo que se invierte en armas se invirtiera en la paz, tendríamos el siguiente resultado en Alemania :
a) El costo de 180 aviones Eurofighter asciende a 23,3 mil millones de Euros, con dicha suma se podrían construir 215740 viviendas sociales de 70 m².
b) El costo de 80 helicópteros de combate, tipo Tigre asciende a 5 mil millones de Euros, con dicha suma se podrían construir 1000 asilos de ancianos.
c) El costo de 134 helicópteros de transporte, tipo NH 90 asciende a 4 mil millones de Euros, con dicha suma se podrían construir 305 Centros de formación profesional.
d) El costo de 60 aviones militares tipo Airbus A400M asciende a 9 mil millones de Euros, con dicha suma se podrían construir 7154 Jardines Infantiles.
e) El costo de 410 tanques de protección, tipo Puma asciende a 4,8 mil millones de Euros, con dicha suma se podrían construir 1655 escuelas primarias con capacidad para 200 alumnos por escuela.
f) El costo de 4 fragatas, tipo F125 asciende a 2,7 mil millones de Euros, con dicha suma se podrían construir 563 Centros de Deporte y Recreación.

Ya se imaginará el avezado lector, lo que podría hacerse con los 700 mil millones de dólares americanos, que ha solicitado el Presidente Obama para gastos militares en el año 2011, y si sumamos todos los presupuestos militares juntos, que las naciones guerreristas consumen anualmente, el mundo éste, que conocemos, no estaría muriéndose de hambre ni nadie se vería obligado a abandonar su país en busca de empleo. Habría pan, trabajo y paz para todos.

Las magnitudes y dimensiones del despilfarro capitalista y la brutalidad de las guerras injustas del imperialismo, sobrepasan la capacidad de imaginación del cerebro humano. Por eso tenemos que recurrir a magnitudes tan tristes y tan macabras como lo es un ataúd.

Roberto Herrera 02.09.2010

miércoles, 1 de septiembre de 2010

El sarro ideológico de Nicolás Sarkozy y Thilo Sarrazin

El repunte y fortalecimiento del populismo nacionalista europeo es un fenómeno político que se viene observando desde hace largo tiempo.

Europa está siendo presa del populismo político de los partidos de derecha más conservadores del continente, pero no solamente a nivel de propaganda mediática contra los inmigrantes, sino que lo más grave del asunto es, que los partidos con consignas y programas ultraconservadores y con un marcado carácter nacionalista, ocupan cada vez más nuevos escaños en los diferentes parlamentos nacionales. Los países que lideran la lista ultraderechista y nacionalista según el porcentaje de la población que les dio su voto en las últimas elecciones correspondientes, son los siguientes: Suiza (28,9 %) , Austria (28,2 %), Noruega (22,9%), Hungría (16,7%), Dinamarca (13,9%).

El discurso político demagógico es el mismo en todos lados: el anti-islamismo y la inmigración.

Los musulmanes y los extranjeros, en general, son los cabezas de turco de la crisis económica del capitalismo europeo. Pancartas racistas y contra el islamismo, como “odiamos a los musulmanes” o “extranjeros de mierda, fuera de nuestro país” son portadas por militantes de la ultraderecha en las calles de las principales ciudades de europeas. La simbología nazi, con la cruz gamada y el saludo hitleriano vuelven a estar de moda.

Nicolás Sarkozy cumplió su palabra de deportar a los Roma y Sintos ilegales en Francia y no cabe la menor duda, que seguirá incrementando la política dura contra los inmigrantes y contra la población musulmana. El Presidente francés, con un discurso político de derecha cada vez más cercano a las posiciones del frente nacional de Le Pen, trata de ganarse la simpatía de sectores de la extrema derecha, culpando a los extranjeros de la crisis económica del país. Maniobra política que no sorprende a nadie.

Sin embargo, el caso del ciudadano alemán, Thilo Sarrazin, nacido en Gera (antigua República Democrática Alemana) correligionario del partido social-demócrata y miembro del Consejo de Administración del Banco Federal Alemán, la poderosa institución financiera germana, es más complejo y difícil de interpretar. En su libro titulado “ Deutschland schafft sich ab”, cuya traducción literal sería “Alemania se elimina o se autodestruye”, Sarrazin plantea las siguientes tesis: 1) El peligro de los inmigrantes 2) La base genética de la inteligencia 3) La inmigración musulmana y su falta de integración en la sociedad 4) El crecimiento de la población en Alemania.

A la usanza de los mejores años de esplendor del partido nacional-socialista alemán, en el que dichos postulados hubieran recibido el aplauso, reconocimiento y beneplácito de Adolfo Hitler y Joseph Goebbels, Sarrazin pretende “despertar” la conciencia alemana.

Lo trágico-cómico de esta campaña anti-extranjera y anti-musulmana de Nicolás Sarkozy y Thilo Sarrazin es el hecho, que tanto el “francés” como el “alemán” tienen orígenes extranjeros. De Sarkozy son conocidas sus raíces húngaro-judías -sefarditas y de Sarrazin su procedencia hugonota, cuyo apellido se deriva de la palabra “Sarraceno”, que era el término peyorativo durante la edad media para referirse a los musulmanes. Resulta entonces cínico y hasta ridículo, que dos descendientes de minorías étnicas, sean precisamente los propulsores de una guerra mediática, política-ideológica, en la que la genética ocupa un papel preponderante contra los extranjeros, en general, y en particular contra una minoría religiosa.

Independientemente de cuales sean los motivos que han tenido éstas dos personalidades del mundo capitalista, para impulsar éstas políticas, el uno Presidente de una nación poderosa como Francia y el otro, político y representante de una institución importantísima como el Banco Federal Alemán, el hecho es que ambos reflejan ideológicamente lo más recalcitrante del capitalismo mundial, el que en situaciones de crisis coyunturales o estructurales, saca a relucir sus políticas más ultraconservadoras y por ende, las más peligrosas.

¿Quién pensó o soñó algún día que el fascismo y el nacional-socialismo eran cosas del pasado? ¡Mucho guillo compadre!, los cadáveres de otrora, están resucitando como los zombis, con toda la podredumbre y el sarro de antaño…


Roberto Herrera 31.08.2010