sábado, 2 de abril de 2011

De las armas mediáticas y militares en la guerra asimétrica contra Libia

La interpretación sui generis por parte de los Estados Unidos, Francia e Inglaterra de la resolución 1973 promulgada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas el 17 de marzo de 2011, más bien parece un chiste del primer día de abril. Aunque para el imperialismo norteamericano y sus aliados europeos, por lo visto, el día de los tontos, es decir, el resto del mundo, no se limita al uno de abril, sino que comprende los 365 días del año común y también el año bisiesto.

Ahora resulta, que como ya no hay bases militares aéreas que bombardear ni aviones a propulsión a chorro gadafistas que derribar ni antiaéreas que neutralizar ni tanques de guerra que destruir, los pilotos de los cazas aliados, se han quedado sin actividad operativa efectiva y en la guerra, no importa el carácter que ésta tenga, no hay peor vicio que el relajamiento de la atención y de la concentración de la tropa. Cosa distinta sería, si las unidades terrestres de Gadafi se desplazaran en convoyes militares por la carretera, invitando así a la fuerza aérea enemiga a que los ataquen o que concentraran fuerzas en el terreno, para facilitar su ubicación. Pero al parecer, los estrategas militares libios, leales a la revolución, no son ni en abril ni en cualquiera otro día del año tan tontos, como para ofrecerse como carne de cañón. Aun cuando no se sabe exactamente cómo movilizan sus fuerzas, las unidades de combate de Gadafi logran atacar y contraatacar con todo éxito, poniendo a las fuerzas rebeldes en desbandada, según se puede apreciar en las imágenes televisivas de Telesur/Dossier.

Esta forma de operar, según los medios de comunicación, a la que podría llamársele alegóricamente la táctica del "Yo-Yo", solamente podría funcionarles teóricamente a los insurgentes, sí tuviesen capacidad de despliegue y repliegue motorizado militar, rápido y efectivo; mejor armamento y last but not least, unidades militares organizadas, disciplinadas y preparadas para este tipo de combate.

Resulta entonces, que los brillantes estrategas militares aliados, a lo mejor partiendo de la premisa falsa, que el gobierno libio y las fuerzas militares leales a Gadafi claudicarían con el bombardeo aéreo y que las tropas rebeldes harían el resto del trabajo en el terreno de operaciones, han llegado a la conclusión que hay que entrenar y pertrechar a los rebeldes libios. Incluso los norteamericanos y británicos no descartan el envío de tropas terrestres a Libia. A pesar que la resolución 1973 del Consejo de Seguridad excluye el uso de una fuerza de ocupación extranjera de cualquier clase en cualquier parte del territorio libio.

Por otra parte, el bombardeo mediático está propiciando un clima internacional que favorece la utilización de tropas extranjeras, porque considera que el coronel Gadafi “no sienta cabeza y continúa masacrando a la población civil”. Al mismo tiempo, los medios de comunicación nos alertan acerca de la posibilidad de negociar un armisticio, que permita encontrar una “salida para el dictador”, además nos informan de las deserciones masivas in spe de miembros del gabinete de gobierno. Mientras tanto, todo parece indicar que en este preciso momento, en que escribo estas cuartillas, las tropas de Gadafi continúan avanzando. Podría ser que mañana domingo por la mañana, las tropas gubernamentales, de acuerdo a la táctica del "Yo-Yo" y los medios de prensa occidentales, se encuentren nuevamente en retirada y lamiéndose las heridas sufridas en la exitosa contraofensiva de los rebeldes. Un guion bélico digno de la mejor consola digital Nintendo, con la gran diferencia que las bombas de la OTAN destruyen y matan a uniformados y civiles de carne y hueso.

Pienso que a la luz negra de la desinformación, habrá Libia con Gadafi para rato.

Roberto Herrera 01.04.2011

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